domingo, 2 de septiembre de 2007

Conozcamos Quinta Normal


No se trata de un barrio cualquiera de Santiago. Es la Quinta Normal. Un barrio con un pasado muy particular, donde hace setenta años la vida de ahí era campestre y vivían alrededor de 4000 familias, todas bastante numerosas. En esos tiempos, estaba el presidente Ramón Barros Luco, el cual incorporó varios elementos que hoy predominan en este barrio lleno de lugares y personajes especiales.

De a poco esta zona fue cambiando, como pasa en la mayoría de las ciudades. Los aspectos campestres del barrio fueron cambiando por empresas de acero y metal que veían como una oportunidad el poder instalarse en los suburbios de la ciudad. Fue en esta época, la de Carlos Ibáñez del Campo, cuando se empezaron a construir museos como el Nacional de Historia Natural y el Ferroviario, los cuales hasta el día de hoy siguen abiertos al público. Ahora también podemos encontrar otros museos como el de Ciencia y Tecnología y el Artequin. Además de cultura, en este barrio se distinguen el hospital Félix Bulnes y el San Juan de Dios. Estos dos hospitales son una ayuda esencial para las personas que viven en el barrio y en otras partes de Santiago.

Por otra parte, las calles del Barrio Quinta Normal se ven siempre con personas. Los bares de Matucana se llenan durante los fin de semana, ya sea para ver los partidos del fútbol chileno o una simple excusa de querer juntarse con los amigos. En las mañanas vemos cómo llegan familias que se bajan en el metro y disfrutan de algún paseo por el parque de la Quinta Normal. Este parque de cuarenta hectáreas tiene canchas de fútbol, tenis, patinaje y una laguna para andar en bote, la cual la utilizan normalmente parejas que vienen a buscar un momento de tranquilidad al aire libre. Los ancianos también se juntan ahí, con una clara vocación al ocio y conversaciones irrelevantes. Eso si muchos jóvenes frecuentan este lugar con el propósito de tomar y divertirse, lo cual ha creado varios problemas con las personas que frecuentan ese lugar.

En fin, la Quinta Normal es un barrio con movimiento. Puede que falte una mayor publicidad a este lugar lleno de cosas por hacer, pero de que hay opciones, las hay. Es cosa de tomarse un metro e internarse en este lugar tan distinto a como es la mayoría de Santiago.



Juan Francisco Donoso

1 comentario:

Marcela dijo...

Jóvenes de Quinta Informal:
Los felicito. Buen trabajo.
Me gustó mucho el audio. Señor Huerta, espero que se entusiasme con el periodismo escrito pero usted ya sabe que tiene un talento que DEBE potenciar.
Saludos,
La profe.